sábado, 25 de octubre de 2014

CONCEPTOS FRONTERIZOS



El otro día estuve dándole vueltas al tema de los nacionalismos, ocurre que en la región donde vivo y trabajo, Cataluña. Está teniendo lugar un interesante episodio nacionalista y se está a punto de declarar un estado independiente, desgajado de esta nación llamada España, a la cual pertenece Cataluña desde siempre. De hecho, desde que se invento el concepto de estado nación moderna, Cataluña ha formado parte del entramado español.

En esta entrada no voy a poner el acento en la historia, ni en las razones por las cuales Cataluña se quiere independizar. No es que no me importe, no es que los detalles del asunto no sean importantes y capitales, que lo son. Pero estoy cansando de oír a unos y otros. Buenas razones para la separación las hay y además si pones el acento en ellas, aun son más importantes. Razones para permanecer juntos con España, también existen y por supuestos son excelentes.

Razones políticas, económicas, prácticas, sentimentales y de toda índole. Hay razones para dar y vender, las hay para todos los gustos y colores.

Pero no quiero hablar de razones, ni de sentimientos patrios, quiero analizar filosóficamente es decir de forma científica, porque no olvidemos que la filosofía fue ciencia en su día y de algún modo lo sigue siendo. Quiero analizar este problema de forma metafísica, quiero meta-razones.

Pero no os asustéis, no voy a escribir un rollo infumable, solo voy a exponer mis razones metafísicas sobre el asunto.

Recuerdo que un día discutía yo de forma apasionada con un hombre sobre este tema y en un momento de la conversación mi interlocutor me soltó una frase de las que te hacen mella, me dijo:

¿Por qué dices no creer en patrias y nacionalismos, pero sin embargo defiendes  con tanto ahincó que Catalunya siga perteneciendo al estado español. De alguna forma estas ejerciendo como nacionalista español?

Le conteste dejándole claro que no me parecía correcta su apreciación, pues mis razones eran filosóficas y no eran fruto de un sentimiento españolista. Pero ahora me doy cuenta que podría haber añadido aun más argumentos metafísicos.

No puedo defender, ni entender este sentimiento de pequeño burgués que azota esta región, porque va en contra de lo más profundo de mis convicciones cívicas.

La razón más potente de todas por las cuales los catalanes se quieren separar, es porque se saben la parte pudiente, la parte rica del asunto y no quieren compartir las riquezas que producen en su territorio. Podría entender razones más sentimentales, podría entender e incluso compartir razones étnicas o de religión, al menos no serian mercantilistas, aunque no me gusten, pero serian sentimientos humanos comprensibles. Pero razones mercantiles, razones económicas puras, es despreciable y nunca recibirá mi apoyo.

Esto lo acabe de entender del todo, cuando escuche hablar a Oriol Junqueras en el programa “salvados” el repetía una y otra vez que  no tenían nada en contra de España y de los españoles. Para demostrarlo, ponía como ejemplo las miles de personas de origen español que viven y trabajan en Cataluña y que defienden que Cataluña se separe de España. Decía que muchos de ellos eran de origen andaluz o de cualquier otra parte de España. Esto lo remarcaba, para dejar claro que no era un tema étnico, ni racial, puesto que los mismos españoles residentes en Cataluña defienden la independencia.

Tanto insistió en ello, dando todo tipo de detalles, que al final me convencí con asombro y pena que era cierto, ni el supuesto mal trato al idioma, ni el supuesto desafecto o poco aprecio hacia el sentimiento catalán, ejercido por el estado español, nada de todo esto importa. Todo se basa, en que consiguieron convencer a todos los que vivimos en Cataluña o casi, de que nos roban y que nuestra relación económica con España es injusta. Por lo tanto la única y potente razón por la cual los catalanes se quieren separar es porque quieren todo el dinerito para ellos, quieren gestionarlos ellos solitos, porque según Junqueras se han emancipado y se han hecho mayores, ¡así de repente mira tú! (justo ahora que hay una crisis brutal) y que como todo adulto joven se quiere independizar para gestionar su sueldo solito, sin dar explicaciones a papa y mama (España) vaya!

España como nación ha cometido muchos errores, ha aglutinado en su seno muchas veces a la fuerza y no siempre de forma equitativa a todas las regiones e islas, que ha podido, como todos los estados que se precien. Pero a pesar de sus graves contradicciones y errores, hay algo que me gusta como razón metafísica y como concepto, al menos es un concepto aglutinador integrador, a su manera España es un concepto superior, puesto que integra bajo el paragua de una sola significación, a gentes de toda índole con distintos idiomas y con diferentes culturas. Es una idea que integra y cohesiona al menos lo intenta y a pesar de sus fallos, no se puede negar que se ha montado un sistema de redistribución de riquezas que ha permitido a Extremadura salir de la pobreza, a Andalucía progresar y a limado un poco las desigualdades tan acuciantes que había en este territorio llamado España, a pesar de la corrupción, a pesar de las chapuzas varias, hay que reconocer que al final algo se ha logrado y que da gusto viajar por España y encontrar un país más o menos cohesionado en lo económico.

Sin embargo, el concepto nación catalana que me transmite: retroceso al pasado, reino de taifas, proteccionismo, en definitiva y una palabra: Egoísmo.

Lo siento por los amigos que defienden esta postura y sé que no les va a gustar estas líneas, pero es lo que siento.

Para que quede claro, si viviese en cualquier parte del mundo donde pasara algo parecido, estaría en contra, porque como he querido dejar claro, es un problema de conceptos, simplemente no encaja con mi forma de ver el mundo.

Por otra parte, quiero dejar meridianamente claro, que respeto el idioma catalán, aprecio la cultura catalana, como cualquier actividad humana me hace gracia todas estas particularidades. Las sardanas, los castellers y el barça, están bien. Barcelona es una  ciudad guapísima, los catalanes de pura cepa me parecen geniales, no tengo problemas con nadie.

Tenéis que aprender a entender que cuando alguien no comparte vuestra visión nacionalista, no es un enemigo, no necesariamente.

A lo mejor es solo un buen amigo, los verdaderos amigos te dicen la verdad aunque te duela.

Tenéis que entender que alguien como yo, te puede decir todo esto y no ser del PP, ni ser franquista, ni ser facha, ni de derechas, ni un reaccionario.

Conozco la historia de este país y sus traumas pero es hora de crecer y dejar atrás el pasado, una sociedad madura aprende a discrepar y acepta las diferencias, sin por ello ver enemigos en el contrario.

 

PSDT: Quiero puntualizar, aunque me haga pesado, que este escrito más que un alegato a favor de la unidad de Catalunya con España, es un alegato a la razón pura. Es una loa al concepto de unidad mismo, es una loa a la unión entre pueblos a la cooperación entre diferentes culturas. Es una apuesta por la unidad de la gente de a pie, es un grito de esperanza, es un grito lanzado para despertar consciencias.

El concepto España, es más potente porque une pueblos con todos sus defectos, es mejor, más grande y menos egoísta, solo en esta medida lo encuentro mejor que el concepto Catalunya, más pequeño y egoísta.

No olvidemos que la forma que elegimos los hombres para organizar nuestro destino, los nombres que le damos al trozo de tierra que pisamos, es un concepto abstracto, que solo existe en nuestras mentes, en realidad no hay fronteras, el mundo visto desde un satélite es continuo, las fronteras de los mapas geopolíticos, son una invención. Por lo tanto partiendo de esta premisa, no podemos permitir poner más fronteras imaginarias entre nosotros. No más fronteras, con las que ya existen tenemos bastante.

Un saludo, hasta pronto.

 

 

 

 

 

 

 



miércoles, 1 de octubre de 2014

CIORAN Y LOS SABIOS...


Hola, hoy nos vamos a poner un poco filosóficos. Hace algunos días un amigo mío me dejo un libro muy peculiar, por su contenido y por su autor.

El autor es Emil Michel Cioran. Era un filosofo rumano nacido en 1911 y fallecido en París en 1995. La mayor parte de su vida transcurrió de hecho en Francia.

El titulo del ensayo es: ensayo sobre el pensamiento reaccionario. La lectura de este libro me este resultando de lo más interesante, aún voy por el principio y ya hay una frase que me ha trastocado profundamente, es un hecho raro, porque, la mayoría de las veces que me someto al ejercicio de leer algún ensayo o tratado, no suele haber nada que me sorprenda o me quede muy marcado. La mayoría de las veces es la obra en su conjunto la que me aporta algún punto de vista o forma de ver las cosas que me influye y agrada. Pero el hecho de que una sola frase defina tan bien un pensamiento que me venía dando vueltas desde hace algún tiempo, es un acontecimiento relevante y que valía la pena resaltar. La manera de hacerlo es escribiendo este articulo en mi blog o esta entrada, para utilizar la jerga correcta del medio que estoy utilizando para expresarme.

Cioran, por lo que he leído hasta ahora de este ensayo, se dedica a intentar definir y acotar el pensamiento reaccionario en general, histórico por así decirlo. No se limita a describir el que le ha tocado vivir, sino que hace un ejercicio de investigación y viaja al pasado, en busca de todo aquel que según su criterio ha practicado el pensamiento reaccionario.

Para los lectores que no se ubican exactamente, solo les diré que a una persona de pensamiento reaccionario se le define por lo general como a alguien a quien gusta de las normas conservadoras y que tiene una visión de la vida muy estricta, donde no caben las libertades de credo ni las políticas. En general, viene asociado en lo político a la gente de derechas y, más concretamente a los de política democristiana.

Por lo que he leído hasta ahora, lo interesante de la definición de Cioran es que además le otorga al pensamiento reaccionario un apego al pasado y esto es original y divertido, además lo explica muy bien. En definitiva define al reaccionario como alguien que venera a un supuesto pasado ideal, que nunca ha de volver, donde todo iba bien y la humanidad comulgaba con el creador en perfecta armonía, armonía que se rompe con el pecado, que corrompe las almas y da comienzo a la decadencia sin fin, que sufre la humanidad y que los reaccionarios pronostican. Esta sufrirá hasta el fin de los días.

Para destacar a un reaccionario genial, se basa en el SR Joseph de Maître, un tipo que nació en 1753 al que se le conoce básicamente, por sus escritos contra revolucionarios.

A esta forma de pensar, le antepone el pensamiento revolucionario, que él define como a gente obsesionada con el futuro y que solo cree en un futuro ideal, que ha de llegar más temprano que tarde, gente que cree en un porvenir glorioso e ideal, donde se vivirá en un entorno ideal, con una estructura política justa y equitativa que beneficiará al pueblo.

Si nos paramos a pensar en ello y hacemos una pequeña pirueta temporal y trasladamos sus análisis a nuestros tiempos,un revolucionario de hoy en día, sería un tipo obsesionado con la tecnología, que creyese a pies juntillas en las posibilidades de la medicina moderna, en la manipulación de los genes, tanto en humanos como en las plantas, para solucionar casi cualquier problema, enfermedad, hambre etc., llevando su pensamiento al extremo, seria una persona convencida de que con la tecnología necesaria, se puede solucionar incluso la muerte retrasándola hasta el infinito o eliminándola.   

En el lado opuesto, nos encontraríamos con una persona que odia todo el progreso humano, el tecnológico en particular y que solo ve peligro en la manipulación genética, vaticinando, llevando su pensamiento al extremo, los peores presagios para la humanidad, incluso para el mismo planeta tierra y su ecosistema, culpando además de todos los males presentes y futuros, precisamente a los progresos científicos, totalmente descontrolados de sus congéneres.Si además es religioso, puede darnos una figura muy parecida al Sr Maître.

Contrastando con estos dos perfiles, nuestro amigo Cioran, pone una tercera posibilidad en juego, la figura del sabio.Y lo hace con esta frase o párrafo:
“hablar de un sabio o un metafísico revolucionario, es incurrir en una contradicción terminológica. La historia, e incluso el hombre, dejan de interesar a quien haya llegado a un cierto grado de desapego y clarividencia: romper con las apariencias es triunfar sobre la acción y sobre las ilusiones que de ellas derivan. Quien reflexiona profundamente sobre la miseria esencial de los seres, no se detiene en la que resulta de las desigualdades sociales, ni intenta remediarlas.”  

Allí está el párrafo que me trastocó, de un plumazo me di cuenta de por qué nunca tendremos, ni nunca hubo a lo largo de la historia,  a grandes hombres, a hombres sabios, en los gobiernos de todas las naciones de la tierra.

Una persona que alcanza este grado de sabiduría entiende que la condición humana no tiene remedio y no vale la pena cansarse en intentar cambiar este estado de cosas. Entonces se dedica a vivir una vida lo mas plena y  tranquila que puede, ayudando como mucho a su entorno más cercano a vivir mejor y más humanamente. Si es un poco revolucionario y tiene alguna idea que transmitir, supongo que escoge a algunos discípulos y les transmite algún mensaje.  A esta figura del sabio, definida por Cioran, le otorgaría dos sub categorías, con el permiso del maestro Cioran:

el sabio revolucionario, que podría ser un tipo como Jesús de Nazaret( pateando los puestos en el mercado de los fariseos, es una imagen que siempre me ha gustado) o la del sabio reaccionario, que sería este sabio anónimo, del que apenas sabemos nada, porque eligió la no acción o la acción discreta.

En todo caso, de lo que si estoy seguro es de que una figura tan sabia jamás ha tomado partido, ni tomaría partido, en la vida mundana ni intentaría acercarse al poder y mucho menos ejercerlo. Por esto encuentro que es tan fácil detectar a un falso sabio, todo aquel que se acerca al poder, de una forma u otra, es decir política o religiosa, es un falso sabio, solo puede ser un revolucionario o un reaccionario, jamás un sabio.

De momento, esto es todo amigos, ¡hasta pronto!

Un saludo.