lunes, 15 de febrero de 2016

ANIMALES Y OTRAS TONTADAS.


Hace poco me fui con la familia a ver un poco de cine familiar, como tengo una hija de corta edad, pues toca ver películas básicamente de Disney, todos los padres que tienen hijos en esta franja de edad, saben de lo que hablo.

La película en cuestión era Zootropolis, debo reconocer que me ha impactado su contenido, si hacemos una lectura superficial, no deja de ser una película dirigida al público infantil y los guiños para con ellos son constantes y muy divertidos. Pero si hacemos una lectura más en profundad de la película, nos daremos cuenta que los guiños y la búsqueda de complicidad para con el público adulto, es constante y nada divertido. El mensaje que nos mandan, tiene un acento y un cariz filosófico, político y social.

No es que no esté acostumbrado a este hecho, no es la primera vez que detecto este tipo de mensajes subliminales en las películas dirigidas a los más pequeños de la casa, pero debo reconocer que el mensaje que lanza Zootropolis, me ha impactado más si cabe que en otras ocasiones.

Para empezar la forma de recrear la futurista ciudad de zootropolis y el tremendo contraste con las afueras de la misma, me recuerda supongo que no es del todo por azar, a la descripción salvando las distancias claro está, con la ciudad del libro “un mundo feliz “de Aldous Huxley.

Una ciudad hipertecnificada y moderna, en contraste con un mundo rural donde apenas vive ya persona alguna y donde la naturaleza a retomado su imperio. También se podría decir que encaja como un guante, en parte con lo que los ecologistas más radicales desean y en parte con la realidad que se está dibujando, donde las grandes metrópolis del mundo son cada vez más grandes en tamaño y la población de las periferias de las mismas, cada vez mas despobladas e insignificantes. Con la velocidad que ha cogido la famosa globalización, no me extrañaría, que esta visión se haga realidad en no demasiados años. A esta visión también contribuye y mucho esta nueva religión, llamada lucha contra el calentamiento global, que parece hacernos culpables de todas las desgracias climáticas, así como de cada nimio cambio de temperatura en el planeta, amén de cada tormenta y desastre natural, terremotos incluidos, casi.

Luego están la composición y la división de esta metrópolis, que está perfectamente dividida por barrios, donde ubican a cada animal, reproduciendo de la forma más artificial pero fidedignas, las condiciones de su hábitat natural. Aquí, mi calenturienta imaginación, también ve similitudes entre las mega ciudad actuales americanas o europeas, con sus barrios para chinos, para musulmanes, etc…perfectamente equipados para recrear casi a la perfección el entorno original, para que la gente que allí habitan puedan sentirse como en casa. Pero donde existen espacios compartidos y comunes donde cada habitante, se mezcla con cualquier otro, durante las horas de producción o trabajo.

Aquí ya podemos empezar con el mensaje filosófico, por así decirlo, la moraleja de la historia.

Dejando a un lado el slogan político muy americano, de que cualquier persona puede conseguir lo que se proponga y llegar donde se merezca o donde sus cualidades le puedan llevar, independientemente de su procedencia étnica, religiosa, extracto social etc...Vemos como se produce un enfrentamiento entre los depredadores y el resto de animales que pertenecen a lo que serian tradicionalmente las presas. No quiero reventar la película a quienes no la hayan visto, así que pasare de desvelar el conflicto en detalle, pero a mí me recordó y mucho a los actuales problemas del mundo occidental, con  los habitantes de sus ex colonias, los depredadores serian el hombre blanco occidental y los demás, el ochenta por ciento restante del planeta, serian los animales depredados, rumiantes etc…Básicamente el ochenta por ciento consigue demonizar y hacer que el animal salvaje que habita en el depredador vuelva a salir a la superficie, pudiendo así demonizarlos y apartarlos del poder de esta nueva sociedad ideal, entre comillas claro, que representa la mega ciudad de Zootropolis. Yo veo paralelismos, en el sentido de que parece que el mundo de los países del tercer mundo con los musulmanes a la cabeza de la revolución, están tratando de despertar a la bestia occidental dormida desde  hace setenta años, para provocar una nueva guerra mundial.

Con atentados indiscriminados en tierras occidentales, que serian una versión de zootropolis, para desestabilizar la ciudad y hacer que en el seno de la misma donde conviven en paz gente de diferentes razas y culturas, se enfrenten entre sí. En este punto, el mensaje de la película es claro, conminan a los habitantes de las zootropolis occidentales a no ceder al chantaje y a las manipulaciones y no meter en el mismo saco a musulmanes pacíficos con los fanáticos. Además según la filosofía de la película, los fanáticos estarían manipulados por fuerzas internas, dentro de la propia zootropolis, con el objetivo de desestabilizar la ciudad con oscuras intenciones. Que no serian otras que las de cambiar el poder de manos, en el interior de la propia zootropolis ¿Tal vez una referencia velada a Rusia, de cultura occidental, por lo tanto dentro de zootropolis, pero queriendo arrebatar el poder, o el liderazgo al eje anglo sajón. En definitiva, toda esta supuesta revuelta de las presas, al final no sería más que una batalla interna entre depredadores.

Sea como sea, una película interesante con múltiples lecturas, invito a los papas a que vayáis a verla, a lo mejor cuando salgáis, me diréis que estoy pirado y que veo muchas películas de espías.

Un saludo, hasta la próxima.

 

 


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